La Bretaña 11. Concarneau. Locronan.








29 de Julio.



La lluvia durante la noche ha sido torrencial, me despierta el camión de la basura, al aparcar tenemos que fijarnos mejor estamos muy cerca de los contenedores. Durante el desayuno sigue lloviendo mucho pero por suerte se convierte en llovizna. Nos pertrechamos con chubasqueros y mientras nosotros terminamos de recoger las niñas juegan con otras niñas de Oviedo que vienen de Disney.

En el centro de la ciudad moderna se encuentra la “Ville Close”, un recinto amurallado enclavado en un islote de 350 por 100 metros. Sus gruesas murallas del siglo XIV reflejan su pasado portuario. Vauban, su calle principal está llena de tiendas, muchas tiendas, pero han sabido mantener su sabor medieval. En una de ellas hago acopio de los famosos pasteles franceses, “Kouignettes”, los hay de todos los sabores, los cojo de naranja, chocolate y algunos que no recuerdo. También compramos unos bolsos y galletas bretonas que se ha terminado la caja del “Puy Du Fou” y aquí las bonitas latas tienen el precio más bajo que hemos visto hasta ahora. Los “palets” no llegaron a España.



Paseamos por las calles y subimos a sus murallas y al abandonar la ciudadela ya que la lluvia nos ha abandonado y ha llegado el sol decidimos que es el momento y el lugar oportuno para probar los “moules” con “frites”. Cuando degustamos los pequeños mejillones conocemos a un chaval de Cabra que trabaja y vive en la ciudad y de la que está muy harto, nos cuenta que vino para estar un par de años y volver pero no ve el momento con la que está cayendo. Va con su perro que compró por Internet y al que desgraciadamente le tiene que hablar también en francés, sólo lo entiende cuando le habla en la lengua gabacha o se quita el zapato.



Ponemos rumbo a Locronan, hacemos una parada para echar gas-oil en un intermarche pero al surtidor no le gusta mi tarjeta, así que continuamos camino. Es curioso el funcionamiento de las gasolineras sin empleado en Francia, tienes que poner la tarjeta, introducir el pin, no recuerdo muy bien pero supongo que te da opción a poner el importe pero si quieres llenar te hace un cargo máximo que luego abona si no lo has usado, pero si tu depósito no se ha llenado tienes que repetir toda la operación.




Al llegar a Locronan nos reciben unos chavales que te facilitan los planos de la visita y te cobran el parking, con el pago te dan una pegatina que te permite usar los parking de la ciudad durante un año. Al ser una autocaravana te preguntan si vas a pernoctar, te cobran la tarifa y te indican el lugar del área. Organización perfecta.

A la entrada del área hay un bloque de aseos públicos y al lado dos plataformas de vaciado con un borne en el centro. El vaciado y llenado van incluidos en el precio, que por cierto es 5 euros, el área tiene sombra, es casi llana, decidimos aparcar sobre hierba para evitar el barro.




Locronan es de origen Celta y alcanzó su época de esplendor con la fabricación de velas para barcos gracias al cáñamo y el lino que se cultivaba en la zona, eso hizo florecer una burguesía que quedó reflejada en las majestuosas casas de la plaza. La caída vino cuando su artesanía no fue capaz de competir con la mecanización en la fabricación del paño. Muy posiblemente esta decadencia hizo que el pueblo quedara como era en los siglos XVII y XVIII, lo que hace que ahora sea una maravilla para nuestra vista.



Pero Locronan es algo más, es un lugar mágico en el que desde el granito azulado de sus casas se desprenden los rituales de los druidas que te envuelven y te hacen sucumbir a su magia. Por algo los Celtas ubicaron aquí su “nemeton”, un templo natural con forma cuadrada de 12 Km y 12 puntos notables que representan los 12 meses del año.




Cada seis años se celebra la más famosa romería de la Bretaña: “La Troménie”. De origen celta fue cristianizada por San Ronan, el según la leyenda obispo irlandés que se instaló en el pueblo y cuya historia está representada en medallones del púlpito de la iglesia. Un profesor de historia Alemán ya jubilado, casado con francesa y que pasa los veranos en una casa en la bahía de Saint Michel, me contaba que un amigo de Locronan lo ha invitado varias veces a la romería y entre los natales hay ciertas rencillas de los que defienden el ritual Celta y los que hacen lo propio con el Cristiano.




Paseamos por el pueblo, entramos en la iglesia, en el cementerio, bajamos, subimos, nos sentamos, seguimos, … disfrutamos.




Cuando volvemos al área organizamos un completo zafarrancho de limpieza de la auto y personal, cuando nos vamos a la cama cerramos uno de los mejores días del viaje con el pensamiento de que algún día volveremos.





Ver La Bretaña 11 en un mapa más grande




Pernoctas y parkings
Área Locronan
48.097999
-4.212034

Datos día 11

29/07
Acumulado
Kilómetros
42
2166
Tiempo de viaje
0:46
35:33
Gas-oil
0 €
318.90 €
Peajes
0 €
61.52€
Camping-Áreas
5 €
99.66€
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La Bretaña 10. Erdeven. Port-Louis. Pont-Aven.


28 de Julio.

 

Desayuno en el itsmo.

Tenemos que salir del parking antes de las 11 si no queremos pagar otro día, nos despedimos de la familia de Granada y a las 10:55 salimos. Estuvimos mirando los árboles que crecen de lado debido al viento. Entramos en Quiberon y damos una vuelta por el puerto con la auto, pero es imposible aparcar.

Nos paramos a desayunar en el Itsmo de  Penthiovre que es la estrecha franja de tierra que une Quiberon con el continente, desde algunos puntos se ve el mar a ambos lados de la carretera. Su anchura no llega a los 60 metros. Las niñas se divierten dando pan a las gaviotas. El agua es limpia y transparente, y en calma en contra de lo que suele suceder en estos lares, que por algo se le conoce como “La cote sauvage”.

 

Sin espéralo, los alineamientos de Kerzerho.

Continuamos y nos detenemos en los alineamientos de Kerzerho en Erdeven, aunque Irene prefiere seguir con las tres mellizas. Se trata de 1130 menhires dispuestos en 10 hileras, las piedras son mayores de las que vimos en Carnac y además se puede pasear entre ellas.

Cruzamos el pueblo y veo un intermarché, paramos y entro a comprar mientras la tropa espera en la auto. Hoy me he dado cuenta de lo caro que es Francia, me he dejado 50 € en cuatro cosas, lo único barato como no… los quesos.


La ciudadela de Port-Louis.


Llegamos a Port-Louis sin saber muy bien que tiene que ver pero pronto vemos carteles que indican el camino a la ciudadela. Dicen que es una de las ciudadelas más bonitas de Francia, sus murallas son de distintas épocas y su origen es español, lo empezaron a construir durante las guerras de religión, se reconstruyó en el siglo XVII durante el reinado de Luis XIII que le dio el nombre. Fue la base principal de la Compañía de Indias en su comercio con el nuevo mundo. En la actualidad alberga el Museo Nacional de la Marina y el de La Compañía de Indias.

La visita a la Ciudadela y a los museos de su interior resulta agradable, entretenida y didáctica para las niñas, finalizada la visita comemos en la auto y vemos como por ser tarde de sábado la zona se está llenando de gente, muchos de ellos van a la playa, aunque con chaquetones.
 

Pont-Aven.


Decidimos suspender las otras visitas programadas y poner rumbo a Pont-Aven para estar temprano ubicados para la noche. Abandonamos Morbihan para entrar en el departamento de Finisterre. Al llegar al pueblo vemos un parking con alguna AC aparcada pero hay una furgoneta negra semi abandonada con muy mala pinta y decidimos buscar otro sitio, aunque damos una vuelta por el río Aven al lado de unos de los molinos en la zona que retrato Gauguín. Este pueblo fue elegido por muchos pintores  para pasar el verano desde mediados del XIX, hasta el punto de hablarse de la Escuela de Pont-Aven. La busca del área resulta complicada pero a cambio atravesamos un bosque que rodea el pueblo donde prácticamente no entra la luz, seguramente es la zona a la que los seguidores de Gauguín se desplazaban arrastrando sus caballetes para buscar la inspiración en lo que llamaban el Bosque del Amor. Hoy hemos dejado atrás la Bretaña azul de Quiberon  y Port-Louis para volver a la Bretaña verde en Pont-Aven.






Por fin damos con el área en la parte alta del pueblo pero está a rebosar, así que nos vamos Concarneau.

La primera área en las afueras está llena. Ponemos otra en el “Primo” y resulta un parking con muchas ACs, cuesta 3 € de 20 h. a 8 h. y 10 min de agua por 4€. La ventaja es que está muy cerca del centro.



Se nos acerca un matrimonio de Oviedo, aunque con procedencia cordobesa, que viajan en una camper. Charlamos con ellos hasta que la lluvia hace acto de presencia y nos tenemos que refugiar. 

Al cesar la lluvia doy un paseo con las niñas hasta el puerto. A la vuelta cenamos con la película de los mosqueteros y a dormir.





 

Ver Bretaña 10 en un mapa más grande
 




Datos día 10

28/07
Acumulado
Kilómetros
134
2124
Tiempo de viaje
3:38
34:47
Gas-oil
0 €
318.90 €
Peajes
0 €
61.52€
Camping-Áreas
3 €
94.66€









Pernoctas y parkings
Parking Menhires Kerzerho
47.635024
-3.14928
Parking Port - Louis
47.708996
-3.359823
Parking Pont - Aven
47.859329
-3.744284
Área Concarneau
47.879009
-3.920457
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